Nunca tuvo grandes vistas desde su ventana. Esta no sería distinta, las persianas a medio bajar, las ropa tendida, un pequeño campanario al fondo, nada especial. La misma rutina idílica de mirar por la ventana, de ser el espectador de un mundo que no es el suyo, las calles de un barrio ajeno, la lluvia que no puede mojarlo.
Preguntándose si la Tristeza y la Alegría no serían esas dos niñas inquietas que juegan a la rayuela debajo de su balcón.
Y cuál de las dos gana la partida?
ResponderEliminarComo tantos juegos, este también depende del Azar!
ResponderEliminarSiempre
ResponderEliminarhabía esperado
tener mucho más
de lo que he alcanzado,
es mi incapacidad,
no sé ganar así,
no puedo hablar de mí.
Esta entrada me ha puesto los pelos de punta sosio!
Pero hay que jugar junto a Alegría y Tristeza en cada partida; tirar la tiza y mojarse con la lluvia...
ResponderEliminaryo apuesto todo por Alegría, siempre he tenido suerte en los juegos de azar :P
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