viernes, 25 de mayo de 2012

Dejame


Dejame llorar polvo, porque mis ojos son de arena
Dejame caminar desiertos para calentar mi piel de serpiente
Dejame Octubre y su manto de otoño
Dejame incendiar el pecho y gritar la melodía sorda de la soledad
Dejame aullar a la luna, porque solo ella ve cuando te desnudas
Dejame encerrado en un poema maldito
Dejame las mañanas lluviosas y las fachadas grises de esta ciudad
Dejame la pesadilla del insomnio anclada con su papel en blanco
Dejame tirar el corazón por la borda, porque soy polizón de un amor que no es mio.
A vos te dejo todo lo demás, Sofía.

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