lunes, 6 de enero de 2014

Fe

Caminar despacio por un parque, una ciudad, por un bosque helado, pasear junto al sol tibio de Enero entre pinos, o descalzarse y sentir la arena y la espuma de un mar desconocido, enfrentarse a algo como si no fuese nadie, mirar al fondo para encontrar algo, tal vez alguien portando algo, diminuto que no valga nada pero signifique tanto, que tenga quizás unos labios, que tal vez escondan la sonrisa más bella que jamás verás, cargada de besos que sólo existen en tus sueños, pero que jamás verás, porque sólo caminas despacio, sin saber a dónde, ni porqué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario