Caminar
despacio por un parque, una ciudad, por un bosque helado, pasear junto al sol tibio
de Enero entre pinos, o descalzarse y sentir la arena y la espuma de un mar
desconocido, enfrentarse a algo como si no fuese nadie, mirar al fondo para
encontrar algo, tal vez alguien portando algo, diminuto que no valga nada pero
signifique tanto, que tenga quizás unos labios, que tal vez escondan la sonrisa
más bella que jamás verás, cargada de besos que sólo existen en tus sueños,
pero que jamás verás, porque sólo caminas despacio, sin saber a dónde, ni
porqué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario