Poema de madrugada
que esperas a tu descarrilado poeta
en vela,
le muestras el camino
con luces que parpadean en la niebla,
lo esperas, madre poema,
para consolarlo
porque vuelve perdido,
y tu abrazo le merma su rabia,
y tu paz de madrugada lo acompaña
hasta el alba
o hasta que cae dormido, y su alma
de hombre alado descansa.
Madre poema,
que conoces a tus hijos enséñales,
dale experiencias y misterios,
secretos y verdades,
dale sueños,
y un incendio en las entrañas que los haga
vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario