domingo, 31 de mayo de 2015

Canibal

Sed, beberé el jugo eterno por tu piel,
la música serán nuestros gritos,
pobres animales de pecado y miel,
tiemblas, hay arte y pasión en el mito.

Hambre de años, de siglos prohibidos,
condena de alimentarnos de esencia
 y tras los ojos un deseo dormido,
ángeles desmenuzan la decencia.

Lujuria, los cuerpos desaparecen,
manos y aliento ya desesperados,
marea imparable de carne ardiente.

Noche trastornada de estrellas negras,
desato una bestia que lucha y vive,
devorándose en su última cena.

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